La urgencia por mejorar la productividad del sector construcción

Jul 17, 2023

Ramón González
Consejero Nacional
Presidente Comité de Infraestructura
CChC Concepción

Incrementar la productividad es la vía que permite a un país aumentar el nivel de ingreso de sus habitantes, generar mejores fuentes de empleo y avanzar, significativamente, en su calidad de vida. Lo anterior, tiene además un rol estratégico hacia la transición ecológica justa, produciendo más con menos, sin una sobreutilización de los recursos naturales.

En Chile llevamos 15 años de productividad estancada, con crecimientos económicos reducidos, lo que nos aleja, entre otras cosas, de legítimos anhelos de una mejor calidad de vida para la población.

En el rubro de la construcción, a pesar del buen estándar alcanzado en sus proyectos y obras, la falta de eficiencia en torno a la industria es preocupante. Según un informe de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP), el sector mantiene una productividad 52% inferior al promedio OCDE y además una de las más bajas en términos intersectoriales en el país.

Entre estas naciones, Chile ha sido destacado como el que más tarda en adjudicar un contrato público, identificándose como su mayor debilidad, la falta de planificación en infraestructura de mediano y largo plazo. Diversos estudios señalan que, si se eliminaran estas brechas, el PIB sectorial podría incrementarse en más de un 65% y generar estímulos muy positivos para la actividad. Esto implicaría, por ejemplo, disminuir drásticamente el déficit habitacional o aumentar la cobertura en infraestructura vial, sanitaria y portuaria, entre otras.

Nuestro país cuenta con el capital humano, recursos, institucionalidad, tecnología e incluso con el análisis y recomendaciones necesarias para cerrar estas brechas, pero le ha faltado el elemento fundamental: el sentido de urgencia.

Para revertir esto, se requiere de un cambio cultural en el Estado, pero también, en las organizaciones privadas. Esta transformación hoy se aprecia de manera incipiente y sólo será posible en la medida que se alcance la convicción de que las mejoras en la calidad de vida a través del desarrollo de la infraestructura son alcanzables y claves para el bienestar, por lo tanto, no pueden esperar ni se deben desaprovechar.

Es necesario, entre otras cosas, acelerar y concretar las recomendaciones entregadas por la CNEP, así como también, articular las iniciativas indicadas por la Agenda de Productividad. Lo anterior, representa un interesante reto para nuestra sociedad, la que, a través de sus autoridades, gremios y trabajadores, tiene la oportunidad de alcanzar sus objetivos de desarrollo y calidad de vida, en la medida que elevemos nuestra productividad por medio de una adecuada modernización del Estado y fortalecimiento de la alianza público-privada.

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